Las bajas de trabajadores por cuestiones relacionadas con el bienestar emocional se duplican desde 2016 y ganan peso sobre el total. El trabajo “rompe” por igual a la clase precaria y a los que se denominan “triunfadores”, pero si hay un grupo que destaca, son los jóvenes.
Los jóvenes son más sensibles a identificar y explicar su malestar, quizás por ello son la parte de la población que tenemos más identificada en este asunto, pero no podemos olvidar que aún existe una gran mayoría de la población, que no quiere coger la baja por este motivo por “vergüenza”. Su malestar se acrecienta con ese sentimiento de culpa provocado por un pensamiento repetitivo que repica en su cabeza: “no puedo con todo, no soy suficientemente válido”.
Estamos hablando de la tercera causa de baja más duradera. ¿Qué está ocurriendo?. Esto es cosa de todos, no basta con el uso de psicofármacos y una temporada en casa. El problema seguirá ahí a la vuelta, por lo que deberemos acudir a un profesional si ya estamos en esta situación.
Afortunadamente existe otra solución, actuar de manera preventiva para que la gente no enferme. Son muchas las empresas que ya lo hacen, pero debería implementarse, casi de manera obligatoria, un programa de bienestar basado en el coaching empresarial para que hubiera una herramienta con la que ayudar a empleados y directivos. El coaching empresarial es una práctica cada vez más utilizada por empresas y organizaciones para mejorar sus resultados y optimizar el rendimiento, pero también, para cuidar de sus empleados.
Antes de implementar el coaching empresarial en tu empresa, es fundamental llevar a cabo una planificación detallada y diseñar un programa que se adapte a las necesidades y objetivos específicos de la organización y de los empleados. Algunos pasos clave en este proceso son:
Identificar las áreas de la empresa que se beneficiarían del coaching empresarial.
Establecer metas y objetivos claros para el programa de coaching.
Definir los roles y responsabilidades de los participantes, tanto del coach como de los empleados.
Determinar la duración y frecuencia de las sesiones de coaching.
Asignar recursos adecuados, como tiempo y presupuesto, para el programa de coaching.
Cómo cuidar a los miembros de la organización.
Por otra parte, todos deberíamos asumir nuestra responsabilidad e incluir como un hábito saludable, acudir a sesiones de coaching online o presencial donde aprender a gestionar otras áreas de nuestras vidas que nos pueden estar ocasionando malestar sin darnos cuenta: pareja, hijos, falta de ocio, economía…
Deberíamos aprender a ver desde otra perspectiva lo que consideramos “problemas" y cambiar nuestras acciones para obtener resultados distintos, esto sí depende de ti.
¿Hasta cuándo vas a esperar?.
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